LUIS ERNESTO GÓMEZ

(Maracay, Venezuela, 1977)

LA MÚSICA Y LAS ARTES EN LA EDUCACIÓN BÁSICA DE VENEZUELA: Apuntes para un debate necesario
Estudio realizado para la Comisión de Educación, Cultura y Deportes de la Asamblea Nacional de Venezuela, 2007


Foto: encontrarte.aporrea.org


Entrevista a Jaime Martínez
Presidente de la Fundación Orquesta Filarmónica Nacional.
Caracas, 12 de Abril de 2007
(Para la fecha actual es Ex-Presidente)
Entrevistador: Luis Ernesto Gómez

“Si logramos incluir la música y las artes como complemento educativo a nivel nacional, sería un paso revolucionario que estamos dando”


L.E.G.- Buenos días, nos encontramos con el Profesor Jaime Martínez, quien nos va a brindar unas palabras respecto a la música en el nuevo Proyecto de Ley Orgánica de Educación.


J.M.- La música y cualquier actividad artística tiene un impacto decisivo en el niño y en el adolescente, en el joven. Pongo mi caso personal, yo empecé en la música desde antes de nacer, mi padre era músico, mi madre también, y la música estuvo siempre presente en mi casa. Mi padre Juan Martínez Herrera, mi padre, fue un líder cultural y social en Carora y dejó muchas instituciones culturales, como lo es el Teatro Alirio Díaz, que es el teatro más bello del interior de la República. Ahí se fundó la primera orquesta infantil, que es un antecedente del movimiento actual de la Orquestas Juveniles e Infantiles.
A mi la iglesia católica no me pudo convencer de la existencia de Dios: la música sí. Porque en el momento en que estudié la primera sonata de Bach con mi instrumento, yo dije: Dios existe. Porque es muy difícil que un creador, que de la nada puede construir algo, no tenga la mano de una fuerza espiritual detrás. Es muy difícil, no es que nosotros estamos subestimando al hombre, es que la luz creadora debe estar seguramente impulsada por un creador superior, y que desde mi cultura occidental-católica llamo Dios.
Nosotros estamos en un proceso revolucionario y tenemos que entender que hay que utilizar la creación, la música, las artes en general, la plástica, ahora la imagen que es muy importante, tiene un impacto decisivo en el ser humano, porque te enseña valores de inmediato. La música te pone en contacto directo con tu cultura, porque no se trata solamente de la cultura centroeuropeísta que en el pasado tuvo un apoyo enorme, es decir, tocar instrumentos académicos llego un momento que tuvo más apoyo que tocar instrumentos afrodescendientes o indígenas, y esto sucede porque estábamos – y estamos aún - inmersos en una estructura basada en imperios y por el capitalismo, ciertamente las expresiones propias no tuvieron el mismo apoyo.
Nosotros tenemos que instituir el estudio del cuatro como obligatorio, por lo menos en la primaria.
El maestro Friedman, quien nació en Praga, y que fundó su Colegio aquí en Caracas. Yo trabajé ahí y conozco el proceso educativo de ellos que es la Educación integral, aunque era un colegio de carácter privado. El maestro Friedman tenía un Doctorado en Filosofía y un Postgrado en Docencia y además era un extraordinario violinista.

L.E.G.- ¿Cómo era o es ese modelo educativo?

J.M.- Educación integral, en el momento en que niño entra al preescolar, ya empieza la educación para las artes, ya empieza inmediatamente el niño a recibir información estética. A través de la música tú lo acercas a otras disciplinas.
La música es un lenguaje, sea autóctono, sin símbolos, sin partitura como la música indígena o la música afrovenezolana que no está escrita, o sea la música europea que está escrita, que tiene siglos de tradición. El arte es un lenguaje más comunicativo que el lenguaje hablado, y esto lo hace definitivamente en un lenguaje superior. En el caso venezolano, las artes, académicas o populares, originaria o europeas, el venezolano es esencialmente músico, lo primero que hace el venezolano es cantar y bailar, y luego hace teatro, porque este último hacer es más sofisticado.

En el caso de la música, tenemos el cuatro. No existe familia venezolana que no tenga un cuatro en la casa, no importa su clase social. Desde el más rico hasta el más pobre, en Venezuela, hay un cuatro en una casa. Es el instrumento que forma parte de nuestra identidad, a pesar de que también tiene origen europeo. Porque el cuatro es un instrumento que desapareció en Europa en el siglo XVI, y que nosotros lo atrapamos en la Colonia, y lo modificamos y lo salvamos. Esa pequeña guitarra desapareció y nosotros la recreamos, caso parecido el de la bandola.

Yo estoy organizando un concurso de oboe y bandola en Carora, donde ya hay como quince o veinte candidatos que se van a presentar. Y puse Concurso de oboe, que es un instrumento europeo y de bandola llanera. Primera vez que se hace en Venezuela, creo que es revolucionaria esa concepción de poner un instrumento popular al mismo nivel del instrumento europeo, y los premios son iguales, tanto para el gana el concurso de oboe como el que gana el concurso de bandola.

El cuatro debería ser obligatorio porqué? El cuatro debe ser obligatorio, porque es un instrumento armónico que está ligado a la cultura venezolana profundamente, y es sencillo de aprender. No importa que tú después no seas cuatrista. Qué nos trae el cuatro? Nos trae las canciones infantiles, que los venezolanos han escrito, compositores, arreglista, músicos tienen cantidad de cuadernos para cantar desde una canción de cuna de origen afrovenezolano, pasando por una canción de un cuento indígena, pasando por un vals venezolano de origen vienés. El cuatro representa el eslabón de la multiculturalidad venezolana. Y no hemos dado aún este paso, porque todavía no se ha comprendido bien esta idea en las altas esferas.
Sin embargo, Friedman lo entendió y pone obligatoria la formación artística y en la música, el cuatro. Recibe el muchacho en preescolar, hacen iniciación musical, hacen flauta dulce – que es muy sencilla de tocar, tienen que soplan poquito –. Cuando lleguen a primer grado tiene a juro que estudiar cuatro, y tienen que cumplir. No es que puedes faltar a la clase de cuatro, es que es una materia y está evaluada, como en la boleta y tiene una nota, de su desempeño en cuatro, hay alumnos mejores, otros regulares, y unos que no llegan a casi nada, pero al menos cuatro o cinco cancioncitas aprenden. Se aprenden Compadre pancho, por ejemplo. Y esto lo agarra la venezolanidad. Lo que pasa es que no se ha profundizado en eso. Por eso es que el muchacho que no tiene el cuatro, se voltea cuando llega a la adolescencia para la guitarra eléctrica, y entonces entra el elemento foráneo, el rock, etc.
Además del cuatro, creo que los venezolanos, así provenga de la tradición europea, deben aprender a leer música.

L.E.G.- Según lo que me dice, cree Ud. que un bachiller de la República Bolivariana de Venezuela, debería tener todos los rudimentos de la teoría y solfeo musicales, que implican la lectura de música? Por qué?

J.M.- Porque eso forma parte de algo que debemos hacer y es la alfabetización musical. En primaria tu lo metes con el cuatro y tienes que darle opción al niño de poder encaminarse hacia lo que él quiera realizar, a lo que le llame la atención de esa multiculturalidad. Si al niño le gusta el violín, el muchacho debería tener la oportunidad de tener su profesor de violín. En las primeras áreas, además del cuatro, hay que presentarle el cuadro completo de los instrumentos, existe el violín, existe la bandola llanera, y la mandolina, el arpa criolla, la flauta, el oboe y el tambor afrovenezolano, por ejemplo. Tú tienes que mostrarle a él toda la cultura venezolana, qué es de origen europeo, qué es de origen indígena o afrodescendiente. Entonces, debemos crear o incluir en el diseño curricular, algo que exprese toda la multiculturalidad. Y que el muchacho no se quede con la emoción, que al menos tenga la posibilidad. No dejarlo al azar, que por una suerte caiga en el Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles o por allí en un Conservatorio o que lo tomarán en cuenta en un tallercito en la Fundación Bigott. Él tiene que tener garantizada la posibilidad de que sí él es afrodescendiente y eso es lo que lo mueve, de poder estudiar y tener acceso a practicar el culo e’ puya o el tambor y conocer sus diferentes golpes, etc., o de estudiar maraca si eso es lo que desea. El Estado debe afrontar la pregunta de Cómo le garantizamos al niño, al joven venezolano ese derecho y la posibilidad de estudiar música dentro de su escuela básica. Es importantísimo que la música esté incluida en la formación integral, en diferentes niveles de obligatoriedad. El cuatro tiene que ser material obligatoria en la educación básica. Deben aprender los rudimentos teóricos de la escritura musical occidental, porque esa sirve también para escribir la música venezolana, lo que hacemos, lo que creamos.
Tenemos que brindar la posibilidad de que el joven común experimente la música desde su primera infancia, porque será un gran paso para que sea un buen ciudadano, con valores, endógeno.
Todos los venezolanos deben tener el derecho a estudiar música, si estamos hablando de la música en específico. Si estamos hablando de algo más amplio. Todos los venezolanos deben tener el derecho a practicar todas las disciplinas aquéllas distintas a las tradicionales, que le permitan ser un hombre creativo y las artes son para esto, para hacer un hombre creativo. Ahí entran los valores de la disciplina, de la honestidad, de la moral que dice el Presidente con el Motor Moral y Luces. Eso tiene que estar. Nosotros no evolucionamos si no incluimos las artes en la educación desde preescolar hasta la Universidad. Nosotros tenemos hoy en día, médicos e ingenieros que jamás han visto una orquesta sinfónica, a pesar de que Venezuela es el país con más orquestas sinfónicas por metro cuadrado y por habitante en el mundo. Pero eso no es suficiente, hay una cultura venezolana que se encuentra oculta, enterrada todavía, que no se ha difundido, que no se ha mostrado. Y eso hay que destaparlo desde la niñez. Tú le pones al niño su cuatro obligatorio, y le das la posibilidad de interesarse de otros instrumentos, el violín, la mandolina, el básico es el cuatro, porque te hace un oído armónico y melódico, y tienes acceso inmediato a un instrumento de la cultura venezolana, de nuestra identidad. Y además tienes que garantizarle la posibilidad de estudiar un instrumento europeo o un instrumento afrovenezolano, o la posibilidad de manejar algún instrumento indígena, porque se sienten movidos por su cultura. Es ancestral la cultura. Nosotros no somos todos iguales. Tenemos diversas conformaciones culturales, es complejo el asunto. Es muy fácil para un sueco, para un francés, sabe de dónde viene. Nosotros tenemos una multiplicidad de orígenes. Cómo hacemos nosotros para que todos los venezolanos tengan la suerte que yo tuve, que yo tocaba Mozart y escuchaba las sinfonías de Beethoven desde que nací, pero también se bailar Tamunangue, y tengo fisonomía europea, pero bailo todos los golpes de Tamunangue, se bailar la Batalla, la Tora, porque nací en Carora. Y esa es mi cultura. Mi padre se encargó de que yo fuese venezolano, musicalmente venezolano. Por eso es que yo estudié varios años en Europa y luego me devolví, porque tengo el apego inculcado, yo quiero a mi patria, chico. Cómo hacemos nosotros para recuperar la nacionalidad, en este aspecto? El Presidente lo ha dicho muchas veces, éste ha sido un país históricamente desnacionalizado, mucha gente ve a Europa y a Estados Unidos como la panacea de la felicidad y resulta que la felicidad la tenemos aquí. Un país hermoso, lleno de maravillas. Yo estuve en la Semana Santa en el Páramo, eso es una belleza, eso no se compara con nada, olvídate de los Alpes suizos. Y la música es maravillosa, los violineros, las danzas, el llano. No existe un país con tanto potencial para la música que Venezuela. Ya tú verás la Copa América, 80.000 espectadores, himno de la República Bolivariana de Venezuela, y sonará bastante afinado, eso no se podrá explicar en otros países, 80.000 personas cantando afinado. Es que la música la tenemos está ahí metida muy adentro. Yo me encuentro muchas veces, hombres de 50 años, médicos, ingenieros, “bueno, no sé, yo siento que yo quería hacer música, pero no tuve la oportunidad”. No le dieron la oportunidad, porque teníamos un sistema educativo excluyente, inmensamente excluyente, y que escondía valores, contaba la historia como no era, y además de eso, una élite era la que tenía acceso a la música, y algunos sobrevivientes de nuestra cultura como lo fueron nuestras etnias indígenas o el sector afrovenezolano, que bueno mantuvieron eso gracias a Dios. Si no es por Anselmo López no conoceríamos la bandola llanera.

L.E.G.- La idea sería revertir eso.

J.M.- Revertirlo, sin cortapisas. Incluir a todos los venezolanos desde la infancia. Si logramos incluir las artes como complemento educativo, el hacer artístico como complemento educativo, esto sería un paso revolucionario. Mi interés por la lectura, no vino porque alguien me dijo que leyera, es porque el estudio de la música me obligó a mí mismo a investigar sobre historia de la música europea, sobre historia de los movimientos sociales de esa época para tener herramientas para ser un intérprete o un creador.
Ahí es donde está el problema, Cómo nosotros logramos construir una sociedad solidaria, participativa, colectivista y no individualista, la música es tocar en conjunto, tienes que ofrecerle al niño la posibilidad de tocar su cuatro, que además es muy sencillo de aprender, proporcionarle como una especie de propedéutico que le permita conocer todos los instrumentos disponibles en la cultura venezolana actual, incluyendo los europeos, los indígenas y los afrodescendientes, y que si el niño quiere, además de sus estudios de matemática y de ciencia, tocar un instrumento africano, indígenas o europeo lo pueda hacer. Eso es el sector primario.
En el sector secundario, debe poderse crear el Bachillerato musical o artístico. Que el que quiera ser pintor, pues tenga la posibilidad en los dos últimos años por lo menos, la posibilidad de salir Bachiller mención Artes Plásticas, u cualquier otro, mención Música. Porque la música es una herramienta. Hay un primo que es abogado y fíjate cómo se graduó de abogado: tocando el corno francés en la banda de Mérida. A mí también pasó en Europa, cuando estudiaba, no me llegaba el dinero de Venezuela, de la beca, que después me la quitaron por razones políticas, en la Cuarta República, me paraba en Saint German Des Pres tocaba mi oboe, tocaba música venezolana ahí, me levantaba 300 francos. Incluso la música es una herramienta de supervivencia, incluso tocar un instrumento te puede servir, incluso en las universidades en el exterior que lo valoran.
No que sólo la clase media o las clases pudientes, sino que todo niño venezolano que ingrese a una Escuela bolivariana, a un Simoncito, a un preescolar tenga acceso a las artes, a la música.

L.E.G.- ¿Habría que incluir en el acceso a las artes las Escuelas Bolivarianas?

J.M.- Es más, habría que incluirlo, en toda la escuela pública y privada. Todo el mundo tiene que estudiar cuatro hasta sexto grado.

L.E.G.- Haciendo la diferencia entre Bachillerato musical que es una posibilidad, que ya sería para gente que quiera profesionalizarse en un futuro, hasta qué nivel de obligatoriedad podría llegarse para el ciudadano común, según su opinión? Mencionaste el cuatro, la teoría y solfeo.

J.M.- Fíjate que es lo que pasa en bachillerato. El muchacho ya empieza como a definirse, no está del todo seguro pero sobre todo los últimos dos años, ya tú los ves algunos se quieren ir para la ciencia, otros para otros ramas. Yo creo que en Bachillerato el que quiera ser música tenga la posibilidad y el que quiera mantenerse simplemente con su instrumento, tenga la estructura que le permita ejercitarse y mantenerse activo con su instrumento.

L.E.G.- La teoría y solfeo, según su opinión, la teoría y solfeo o lecto-escritura, entraría dentro de la etapa final de formación del ciudadano común? .

J.M.- Hay que ponerlo en varios niveles. El conocimiento de lenguaje musical debe empezar dentro la más temprana edad y debe mantenerse por lo menos hasta bachillerato, y que el muchacho luego decida “bueno yo quiero ser músico, bueno me meto en una Licenciatura en música, y ahí profundizo mi conocimiento”. Pero que por lo menos si es médico, o si es ingeniero, tenga la posibilidad de cantar en un coro, de tener un pequeño grupo musical amateur. El Metro en París tenía un orquesta por ejemplo y los jubilados tocaban en esa orquesta. Cómo tu haces para que el ciudadano venezolano tenga la riqueza cultural de la práctica de las artes y de la música, independientemente que sea médico, ingeniero. No quitarle esa felicidad de llegar a casa y tocar con los hijos, cantar con los hijos una obra a cuatro voces, con su cuatro. Yo no sé técnicamente, cómo se estructuraría eso. Lo que tengo claro es que el cuatro en primaria debería ser obligatorio y que el estudio de lenguaje musical también debe ser desde la más tierna infancia.

L.E.G.- Qué antecedentes según su conocimiento, podríamos mencionar históricamente sobre un esfuerzo nacional de incluir la educación y el hacer artístico dentro de la formación integral de la población?

J.M.- Esto debe ser una decisión de Estado para que lleguemos a algo importante. Ya tenemos los suficientes músicos profesores para eso. Ya dispondríamos por ejemplo, para el cuatro. Si me dices que para Corno francés, no estaría seguro. Pero para teoría y el solfeo, o para dar Historia de la música, que por cierto incluya la parte indígena o afrodescendiente, yo creo que sí, habría que hacer el estudio para confirmarlo. Claro, la figura de Beethoven es muy importante, porque fue un revolucionario, pero también quiero saber cómo se hicieron los ritmos venezolanos aquí, en la costa, de qué movimientos sociales, por qué el canto de pilar es duro, ío, ío, de dónde viene eso? Bueno, de la esclavitud más brutal que sufrió América contra los afrovenezolanos, de la dominación cultural del europeo blanco frente los negros que vinieron de África, y eso generó una música, el jazz en los Estados Unidos, los cantos de trabajo nuestros en Venezuela, la música de tambor para desahogar las penas, mucha de esa música es cantada en idiomas como el Yoruba, idiomas del Congo, etc. Entonces, cómo concientizar al venezolano de todo esto que es? Tiene que estar en la Educación.

L.E.G.- Cuál sería la sugerencia a incluir en la Ley de Educación, o en los Programas futuros de Educación en Venezuela?

J.M.- Bueno, esta es una revolución lenta y rápida al mismo tiempo. Es lenta porque es pacífica, como es más fácil resolver las cosas a plomo como hacen los Estados Unidos, “no piensas como yo, te caigo a plomo” desde el punto de vista ideológico, es necesariamente lenta, porque cambiar la estructura mental del venezolano en muy difícil, ocho años no son suficientes, necesitamos varias generaciones para construir este país que queremos. Pero estamos tarde, y un Programa de Educación no se puede promulgar así tan rápido, por ejemplo, un aspecto como este tiene que tener una Comisión técnica del Estado que esté conformada por expertos de la música que diseñen la forma curricular y los niveles de obligatoriedad en los diferentes etapas de la educación venezolana para llegar a una propuesta de educación artística equilibrada.
Por ejemplo, en el tema ideológico, si tú vas a integrar la ideología histórica, que nos la han ocultado, nos dijeron que Bolívar era un ricachón mantuano, un loquito, más o menos con ese tono nos dijeron el cuento. Y resulta que el pensamiento bolivariano es un pensamiento profundamente revolucionario, eso no lo enseñaron así en la escuela, hasta ahora. Entonces, si es en las artes, tiene que buscarse un grupo de expertos que permita estudiar racionalmente cuáles son los elementos más importantes dentro de la multiculturalidad venezolana para incluirlos en el diseño curricular, en primaria y en secundaria, por que luego en la universidad el estudiante agarra otro camino, sin embargo, debe salir con las herramientas suficientes, si está en la Universidad, de cantar en el coro de la Universidad, de tocar en la orquesta, en el grupo de gaita o en el grupo afrovenezolano de la Universidad. Cómo hacemos para el venezolano mantenga en su vida, desde nace hasta que muere, la posibilidad de enriquecerse interiormente a través de la artes. Hasta que el hacer artístico no entre de manera permanente y contundente como expresión de una sociedad, expresión de todos, aún tendremos pendiente esa acción revolucionaria.

L.E.G.- Muchas gracias, profesor, por su aporte en esta investigación.

J.M.- Espero que sirvan estas ideas para ese propósito.

Jaime Martínez (Carora, Estado Lara)
Inicia sus estudios musicales con su padre Juan Martínez Herrera. Realizó estudio de oboe con Hernán Jerez (1975), Lido Guarneri (1977) y con el maestro Pierre Pierrot (1981) en el Conservatorio Nacional Superior de Música de París y con Maurice Bourge realiza estudios de música de cámara. En 1985 obtiene su Diploma de Profesor Superior de Oboe en este Conservatorio. Fue oboísta de la Orquesta de Premios del Conservatorio de París, miembro de la Sinfonietta de Chambord y de la Camerata de Versalles. Ha sido oboe solista de la Orquesta Nacional Juvenil de Venezuela, oboe-solista fundador de la Orquesta Filarmónica Nacional y oboe principal de la Orquesta Sinfónica de Bilbao, España. Ha sido pionero en la introducción del oboe dentro de la interpretación de la música popular venezolana, formó parte del Grupo Onkora y de Ensamble Gurrufío, así como también colaborador en varias grabaciones de esta naturaleza. Miembro fundador y oboe principal de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, fundador y director de la Cátedra Nacional de Oboe, director fundador de la Camerana Criolla, Profesor del Conservatorio de Música del colegio Emil Friedman y director artístico de Virtuosi Caracas. Presidente de la Orquesta Filarmónica Nacional hasta el año 2007.
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